Aunque para muchas personas es un poco vergonzoso hablar sobre ciertos temas, la salud y el cuidado del pene, es uno que vale la pena mencionar y que además, es muy importante para su correcto funcionamiento y actividad sexual satisfactoria y que evitaría una gran variedad de procedimientos urológicos.
El pene es el órgano genital masculino, encargado no solo de la actividad sexual, sino también de la reproducción, un factor vital dentro de la sociedad. Sin embargo, su mal funcionamiento podría ser una alarma inequívoca de que algo está fallando y esta falla podría estar derivada de un mal cuidado del mismo.
El cuidado del pene
El pene es un órgano importante, y como tal, requiere un cuidado específico y especial. Descuidar este órgano en cuanto a higiene, ejercicios, alimentación y hábitos que no son saludables, no solo podría influir de manera negativa en su vida sexual, sino que podría terminar en trastornos como una infección hasta la disfunción eréctil que harían necesaria la intervención de un especialista y la aplicación de procedimientos urológicos de emergencia y de mediano plazo.
Para que eso no suceda, es indispensable conocer cuáles son los cuidados básicos que se deben tener:
1. Mantener una higiene correcta
Darse un baño diario no solo es una buena costumbre, sino que es necesario, especialmente en la zona genital, que constantemente se encuentra en contacto con secreciones. De no ser correctamente higienizada, se podrían generar malos olores y hongos.
Durante la hora de la ducha, es importante lavar con agua y jabón neutro todas las áreas del pene, asegurándose de limpiar los pliegues donde se acumula el sudor y la suciedad, y retrayendo el prepucio con suavidad para lavar con agua abundante.
2. Dejar fluir las erecciones
El pene requiere un mínimo de ejercicio, siendo las erecciones el más importante. Las erecciones no solo se producen ante la excitación, sino durante la noche, en las mañanas o como respuesta a un estímulo.
Es importante que cuando ocurra, aunque suceda en un lugar público, se evite la costumbre de formar el pene hacia abajo para que disminuya la erección. Esto no solo es fatal para la salud del miembro, sino que podría formarlo de tal manera, que las erecciones lleguen a lucir torcidas. Lo recomendable es dejar que la erección disminuya por sí misma.
3. Evitar el tabaquismo
Fumar produce daños irreparables al pene. Al fumar, progresivamente se van destruyendo las capacidades de los vasos ubicados en el pene, lo que va a disminuir también la circulación de la sangre y por consecuencia, las erecciones.
4. Evitar las “acrobacias sexuales”
Aunque no lo creas, el pene puede lesionarse. Su tejido es sumamente sensible, por ende al realizar posiciones eróticas extremas podría generar heridas internas o lesiones que le hagan terminar en la sala de emergencias y lo que es peor, perder la elasticidad y su función normal.
5. Realizar ejercicios a diario
Practicar algún deporte o tener una rutina de ejercicios diario, mejora notablemente la salud del miembro viril. Mediante la actividad física se fomenta la oxigenación de la sangre y su circulación, lo cual es vital para este órgano. Además, se produce testosterona, una hormona necesaria para el deseo sexual.
6. Llevar una dieta saludable
Llevar una dieta saludable influye en el funcionamiento correcto del cuerpo y esto incluye también al pene. Algunos alimentos consumidos en exceso pueden contribuir a su mal funcionamiento y deterioro, por ejemplo las grandes ingestas de sodio están asociadas a muchos casos de disfunción eréctil y el consumo excesivo de frituras (grasas trans) puede reducir la potencia sexual.
De este modo llevar una dieta saludable, equilibrada, donde todos los grupos alimenticios estén presentes y no se comentan excesos en comidas poco saludables, hará una gran diferencia. Pero además, no estará demás incluir frutas como la granada que ayuda a combatir la disfunción eréctil, o consumir de manera frecuentes tomates y brócoli que según algunas investigaciones disminuyen el riesgo de padecer cáncer de próstata.