Dependiendo de la edad en la que el hombre se encuentre, la sexualidad se vive de una manera muy distinta. Testosterona, forma física, vida saludable, inquietudes, responsabilidades o testosterona pueden afectar mucho en cada uno a medida que va pasando el tiempo.
Es normal experimentar cambios a medida que se cumplen años, pero si se tienen en cuenta algunas pautas, el sexo será satisfactorio siempre en cada una de las etapas de la vida.
Con 20 años
En esta etapa y tras haber llegado a la mayoría de edad, el deseo sexual alcanza su nivel más alto y comienza a estabilizarse, siendo habitual. No suele darse la disfunción eréctil, aunque eso no evita que deban tomarse medidas, como asegurarnos de tener sexo seguro.
Se debe escoger muy bien la pareja con quien tener relaciones sexuales, con el fin de evitar posibles transmisiones de enfermedades sexuales. Para ello, es imprescindible usar preservativos y hacerse pruebas si se mantiene una vida sexual muy activa.
Además, debemos solucionar problemas de eyaculación precoz, como erecciones frecuentes que pueden desencadenar en el futuro en esto.
Con todo esto, conseguiremos llegar al momento en que los hombres más disfrutan de las relaciones sexuales, entre la juventud y los primeros pasos de la madurez.
Con 30 años
Los primeros cambios en la vida sexual empiezan a hacerse más notables. Debemos cuidar más nuestro físico, ya que la intensidad y la frecuencia seguirá siendo bastante notable, pero notaremos como comienza a descender, poco a poco. La calidad de las relaciones no se verá afectadas siempre y cuando tengamos en cuenta ciertos aspectos.
En primer lugar, es muy importante controlar la dieta y el estilo de vida, puesto que el cuerpo no se repondrá del esfuerzo físico de la misma manera, y lo mismo sucede con los excesos. Los alimentos saludables serán imprescindibles para ayudarnos a conservar un buen estado físico, así como periodos de descanso para evitar que el agotamiento o estrés hagan mella en la fuerza con la que llevaremos a cambio nuestra actividad sexual.
No debemos olvidarnos de la importancia de reducir el consumo de alcohol y el tabaco, que afectan negativamente a las erecciones.
Por último, es muy importante revisar los niveles de presión arterial y colesterol, así como chequeos clínicos cada cierto tiempo, para revisar que el flujo sanguíneo sigue realizándose en nuestro cuerpo de manera correcta.
Con 40 años
Con esta edad, comienzan los primeros casos de disfunción eréctil. Es importante tener en cuenta que a esta edad es cuando comienzan a darse los cambios más significativos, no sólo en la vida sexual, si no también en la personal: con puestos de trabajo estables, responsabilidades y si aún no tenemos familia, se empieza a hacer más difícil llegar a este objetivo.
En cuanto a la calidad de las relaciones sexuales, ya no será tan fácil como antes llegar al orgasmo o no será tan intenso; a eso, le sumamos la disminución de la líbido.
Si esto sucede de una manera muy brusca, es importante ponernos en manos de médicos especializados. En The Test, damos soluciones reales a hombres reales.
Con 50 años
A partir de los 50 años, los cambios que experimentarán nuestras relaciones sexuales serán aún más notables: se reducirá la producción de hormonas y el tamaño del pene, se perderá fuerza en la erección y la eyaculación será más suave, con menos semen y una pérdida notable del apetito sexual.
Siempre y cuando se tomen medidas y se acuda a revisión de manera habitual, se mantendrá la calidad de las erecciones y, por ende, de nuestras relaciones.
Con 60 años
Durante esta década, se vuelve a una segunda juventud, fruto de la jubilación y del tiempo libre, tan esperado durante años. Esto hace que podamos disfrutar de más ocio y poder darle más tiempo y espacio a la calidad de nuestra vida sexual.